
La Eurocopa se presenta como la oportunidad soñada por Sebastian Giovinco (Turín, 1987). El futbolista del Parma, criado en la Juventus, llega a la cita después de hacer la mejor temporada de una carrera que se intuía más brillante de lo visto hasta ahora.
La Eurocopa se presenta como la oportunidad soñada por Sebastian Giovinco (Turín, 1987). El futbolista del Parma, criado en la Juventus, llega a la cita después de hacer la mejor temporada de una carrera que se intuía más brillante de lo visto hasta ahora.
Aunque Giovinco aún es joven, hace tiempo que soporta sobre sus hombros la presión que suele acompañar a todos los futbolistas que son designados como "el nuevo X" o "el sucesor de X". En el caso del italiano, la eterna comparación con Del Piero le supuso un costosísimo peaje. Ingresó en la Juventus con apenas 9 años, y fue ascendiendo por todos los niveles hasta debutar con el primer equipo en 2007, con la 'Vecchia Signora' aún en Serie B.
Pero la vida en Turín nunca fue sencilla para Giovinco, apodado 'La Hormiga Atómica' a causa de su baja estatura -con 1,64 metros será el jugador más bajo de la Euro-, que sólo encontró confianza plena durante la etapa en el banquillo turinés de Ciro Ferrara, un 'hombre Juve' que le conocía desde que era un crío. Fue el único que quiso explotar sus virtudes: movilidad por todo el frente de la línea de tres cuartos, facilidad para asociarse o dar el último pase y, sobre todo, un fantástico golpeo de balón. Sus libres directos siempre fueron una garantía de peligro.
Ha sido el jugador franquicia del Parma (15 goles en Serie A y once asistencias), al que ha dejado a sólo dos puntos de regresar a Europa
Pero Giovinco vio claro que en la Juve su carrera no progresaba. En 2010, decidía irse al Parma, que adquirió la mitad de sus derechos y una opción de tres millones de euros por el 50% restante. En su primera temporada repuntó el futbolista de talento que se intuía desde sus inicios, y se ganó su primera internacionalidad absoluta en febrero de 2011, en un amistoso jugado en el Signal Iduna Park de Dortmund ante Alemania.
Pero ha sido esta recién finalizada campaña la de su consagración. Prolongación en el campo de Roberto Donadoni, un técnico siempre sensible al talento, y líder del Parma, al que ha conducido hasta la octava posición de la Serie A (a dos puntos de Europa) con 15 goles y once asistencias. Números de sobra para ganarse la llamada a la nueva Italia de Cesare Prandelli, que le considera más segundo delantero que 'trequartista', lo que le complica el acceso a un ataque titular que parece reservado para Balotelli y Cassano. Pero con argumentos para pelear con cualquiera, si le dan la oportunidad.
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