Si por algo estaba Joachim Löw especialmente contento tras la victoria sobre Dinamarca era por haber dado en tecla justa con Lars Bender para suplir la ausencia del sancionado Jerome Boateng.
Si por algo estaba Joachim Löw especialmente contento tras la victoria sobre Dinamarca era por haber dado en tecla justa con Lars Bender para suplir la ausencia del sancionado Jerome Boateng.
El seleccionador germano se pasó las últimas 48 horas dudando si entregar el carril derecho de la zaga a Höwedes, un central al uso que en su club, el Schalke 04, ya había jugado en más de una ocasión pegado a la línea de banda, o ir un paso más allá apostando por un intrépido volante, sin experiencia en materia defensiva, pero con mucha salida de balón y una gran capacidad para sorprender al rival con espacios.
El máximo responsable de la Mannschaft sólo despejó la ecuación apenas una hora antes del comienzo del choque con la Dinamita Roja, acaso intuyendo que el mediocentro del Bayer Leverkusen acabaría saliendo a hombros del Lviv Arena en su debut como titular en una posición nueva para él.
Bender, a quien Löw ya había elogiado en los días previos al arranque de la Euro por el vigor y las ganas con las que estaba trabajando en una demarcación ajena a la que suele ocupar en el equipo de la Aspirina, fue un Leviatán permanente sobre el perfil izquierdo danés, donde acabó gripando a Simon Poulsen. Además, coronó su gran trabajo con un gol, su primero con la Mannschaft, fruto de su excelsa condición física y su perseverancia infinita.
El lateral alemán Lars Bender dijo que había sido para él "un regalo" haber marcado en su primer partido como titular en la selección alemana.
"Independientemente del gol, para mí fue un partido especial y me acordaré siempre de este día ", dijo Bender, cuyo hermano gemelo, Sven, es el pulmón del medio campo en el Borussia Dortmund, actual campeón del fútbol alemán.
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